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lunes, 18 de octubre de 2010

Tarot, arcanos mayores: La Fuerza

La Fuerza, arcano XI, es la primera carta de la segunda serie decimal. Es la que abre el camino de las energías inconscientes, la emergencia de una nueva Consciencia. Esa labor de consciencia pasa, en primer lugar, por la relación con fuerzas instintivas. Mientras que El Mago, su homólogo en la primera serie, trabaja de cintura hacia arriba y ejercía su inteligencia sobre la mesa, La Fuerza lo hace de cintura para abajo, permitiendo que las enseñanzas de las profundidades comuniquen con las instancias espirituales de su ser. La Fuerza es consciente de los pies a la cabeza. Es la potencia misma de la Consciencia, la unión entre la energía espiritual y la energía instintiva, que es el animal.

La Fuerza simboliza la capacidad de una persona para transformar situaciones difíciles en provechosas y mantener el control y el dominio sobre su entorno. Es la persona segura de sí misma, que posee el autocontrol y una personalidad brillante. Representa el dominio de las pasiones y la derrota de los bajos impulsos así como la supremacía de la inteligencia y a ésta dominando la fuerza bruta.

Este arcano muestra a una mujer de rostro sereno, que luce un sombrero similar al de El Mago y que simboliza el infinito. Con sus manos, La Fuerza abre las fauces de un león, representación de los instintos, de modo que éstos quedan domesticados y al servicio de la inteligencia superior. Sobre el vestido de color azul, símbolo de espiritualidad, la mujer luce una capa roja, que indica la energía material. De oro es su cinturón, que representa el control de la mente. Bajo su vestido asoma su delicado pie desnudo, que indica la pureza de su alma y la base sobre la que se sustenta su dominio frente al león.

Simbología de La Fuerza:
  • El Sombrero: igual que en El Mago, tiene forma de lemniscata, pero está rematado por una corona que unifica el infinito y la chispa de la inteligencia.
  • El León Domado: representa la sumisión de los instintos bajo el dominio de la voluntad.
  • La Capa: representa a una dignidad superior. En la cultura celta, proporciona la capacidad de la metamorfosis e incluso la invisibilidad.
  • Adornos dorados: simbolizan el espíritu y la inteligencia.
Significado de La Fuerza:
  • Fuerza interior, fuerza física y psíquica, inteligencia, belleza moral, nobleza de corazón, autodisciplina, energía instintiva, el poder de la sonrisa, valentía, salud, vitalidad, alegría, capacidad de liderazgo, heroísmo, fuerza, sutileza, ética, confianza, inicio de una actividad, aporte de nueva energía, coraje, relación entre la mente y el instinto, llamada de la sexualidad, apertura, orgasmo, tantra,creatividad, profundidad, voz, comunicar, decir, callar, comunicar, sentir ...
  • Descontrol de uno mismo, persona impaciente, cobardía, conquista violenta, usurpación de poder, terror ante las fuerzas de la naturaleza, incendio, operación quirúrgica, ira, animalidad, inhibición sexual, represión

sábado, 16 de octubre de 2010

Oración por el Amor Universal

Seamos juntos el amor,
seamos, unidos, un solo corazón,
un canto sobre la tierra
llenando de vida y aliento al mundo,
llenando de luz y esperanza todo sufrimiento.
Seamos la paz en el camino,
la voz de la dicha, el clarear del sol
iluminando cada instante.
Seamos, oh Padre Universal,
el fiel reflejo de tu voluntad,
los hijos sinceros e inocentes
que cantan junto a ti la alegría
de tu Creación.
Seamos el ahora y el mañana,
contigo seamos, Padre Eterno,
en esta plegaria y alabanza íntima,
el abrazo de la verdad, el espejo
de tu inmortal sabiduría,
la palabra que susurras en silencio
en el interior de nuestros corazones,
palabra del despertar
en llamada constante de amor.
Seamos, Padre Querido, Padre Amado,
tus pies en la tierra, los ojos puros
de tu misterio, la sonrisa de tu verdad.
Seamos, oh Padre de Amor Universal,
la unidad en ti, tu presencia inseparable
y de claridad sin límite.
Seamos la llamada de tu nombre,
el corazón sereno y bondadoso
donde la vida amanece contigo,
donde despertamos a ti.
Aliento de la Tierra, Padre y Espíritu Eterno,
seamos por siempre la luz de tu amor.

por José Manuel Martínez Sánchez