Hola a tod@s:
Me llamo José Antonio y pertenezco a la asociación Café Esotérico, también me conoceréis algunos por José Antonio de Celia, apodo creado por Antonio Yeste para diferenciar los distintos José Antonios del café. Por cierto, Celia es mi mujer.
Me dirijo a todos vosotros y esta es la primera vez que lo hago desde la página de nuestra asociación para compartir una experiencia que actualmente estoy viviendo o experimentando y no es que yo sea el único que esta atravesando tan peculiar situación, es por ello que sienta la necesidad de contaros esto:
El 17 de julio de este año me quede sin curro. Me despidieron -a mi entender injustamente- pero eso es lo menos relevante del tema: el mes de agosto fue un tormento lo que creé en mi vida, adentrándome en lo mas profundo de la negatividad, pensando cosas tales como que todo me irá mal tras el despido, que muy mal lo tendría para encontrar trabajo, trasladando mi angustia a mis seres queridos mas cercanos.
Pero en septiembre un conocido me dijo que en una empresa estaban buscando a alguien para desempeñar las tareas muy parecidas a las de mi anterior trabajo. Pues bien, realicé la entrevista y el 9 de septiembre comencé a trabajar. La primera semana todo parecía relativamente normal como cuando empiezas en un curro nuevo. A partir de la tercera semana, las cosas se empezaron a torcer y cuando digo a torcer me refiero que el trato recibido era poco menos que humillante por parte de mi jefe, haciendo alusiones constantes a mi falta de inteligencia o preguntándome delante de clientes que si de pequeño veía Barrio Sésamo y despropósitos de ese estilo. Yo firmé un contrato para tres meses pero sólo pude aguantar en tales condiciones un mes y medio ¡ y eso sin contar que trabajaba diez horas y media y cobraba mil euros incluyendo las pagas extraordinarias!
En ese mes y medio mi autoestima se vio seriamente dañada hasta que el día 21 de octubre decidí poner fin a esa situación: me autodespedí argumentando que no me sentía tratado con un mínimo de respeto, ni como trabajador ni como persona, y dejando a un lado la explotación a la que estaba siendo sometido, que ese es otro tema de similar gravedad.
Ese mismo día recibí un email de Antonio Yeste pidiéndome que no le mandase mensajes tipo “powerpoint” o “pasa este email a 10 personas”, ya que le había enviado un par de ellos. Hacía varios meses que no sabía de él ni de la asociación a pesar de ser yo el secretario. Lo llamé inmediatamente para saber de él y le comenté el tema en cuestión, recibiendo su apoyo y aconsejándome que compartiese tal circunstancia con todos los miembros del Café Esotérico.
Retomando el tema del último trabajo, pasé una semana fatal desmoralizado con una gran ansiedad y viendo todo de nuevo muy oscuro, pero me alegro en deciros que es lo mejor que me pudo pasar ya que era necesario que algo así pasara en mi vida para empezar a poner en orden ciertos valores de mi vida, para entender que no hay mal que por bien no venga, que sé que otro curro vendrá, que gracias a esto me he acercado más a mí familia, a mi mujer, que estoy disfrutando de un paseo por el parque como algo maravilloso, de un paseo en bicicleta como algo excepcional, que me he volcado en mis aficiones como antes no podía hacerlo ya que era esclavo de mi trabajo y que me quedo con las cosas buenas que la vida me ofrece a diario y antes no lo podía o no quería ver, decir a tod@s aquellos que os encontréis en mi situación que las cosas pasan porque es necesario de alguna manera que pasen en nuestra vida para aprender lo bueno y lo positivo que hay dentro de cada uno de todos nosotros, que si las cosas están mal es porque lo bueno esta por llegar, que lo malo en realidad es lo que nosotros queremos que sea malo. Por todo ello os invito a que de lo malo hagáis lo bueno y que no nos dejemos llevar por donde quieren que vayamos.
Un saludo:
José Antonio de Celia
PD : nos vemos en la asociación .