¿Tienes una Cuenta?

miércoles, 7 de abril de 2010

EL CEREBRO DEL CORAZON

Muchos creen que la conciencia se origina únicamente en el cerebro.Recientes investigaciones científicas sugieren de hecho que la conciencia emerge del cerebro y del cuerpo actuando juntos. Una creciente evidencia sugiere que el corazón juega un papel particularmente significante en este proceso. Mucho más que una simple bomba, como alguna vez se creyó, el corazón es reconocido actualmente por los científicos como un sistema altamente complejo, con su propio y funcional ³cerebro². Investigaciones en el nuevo campo de la Neurocardiología muestran que el corazón es un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir y procesar información.
El sistema nervioso dentro del corazón (o el ³cerebro del corazón²) lo habilita para aprender, recordar, y para realizar decisiones funcionales independientemente de la corteza cerebral. Por otra parte, numerosos experimentos han demostrado que las señales que el corazón envía constantemente al cerebro influyen en las funciones de los centros más importantes de este, los que involucran a los procesos de percepción, de conocimiento y a los emocionales. Aparte de la extensa red de comunicación nerviosa que conecta al corazón con el cerebro y con el resto de cuerpo, el corazón transmite información al cerebro y al cuerpo interactuando a través de un campo eléctrico.

El corazón genera el más poderoso y más extenso campo eléctrico del cuerpo. Comparado con el producido por el cerebro, el componente eléctrico del campo del corazón es algo así como 60 veces más grande en amplitud, y penetra a cada célula del cuerpo. El componente magnético es aproximadamente 5000 veces más fuerte que el campo magnético del cerebro y puede ser detectado a varios pies de distancia del cuerpo con magnetómetros sensibles. El corazón genera series contínuas de pulsos electromagnéticos en los cuales el intervalo de tiempo entre cada latido varia de forma dinámica y compleja. El siempre presente campo rítmico del corazón tiene una influencia poderosa en algunos procesos a lo largo del cuerpo. Hemos demostrado, por ejemplo, que el ritmo del cerebro se sincroniza con la actividad rítmica del corazón, y además, que durante la manifestación de sentimientos como el amor o el aprecio, la presión de la sangre y el ritmo respiratorio, junto con otros sistemas oscilatorios, se embarcan junto con el ritmo cardiaco. Nosotros proponemos que el campo del corazón actúa como una onda de información que provee una señal global sincronizadora para todo el cuerpo. Específicamente, sugerimos que así como lo que son, ondas de energía transmitidas desde nuestro corazón, estas interactuarían con otros órganos y sistemas. Estas ondas codifican o graban las características y las actividades dinámicas de estos sistemas en forma de olas de patrones de energía que se distribuyen a lo largo del cuerpo. De esta manera, la información codificada actúa para formar (literalmente le da forma) a la actividad de todas las funciones corporales para coordinar y sincronizar los procesos en el cuerpo como un todo. Esta perspectiva requiere de un concepto de información energética, en el cual los patrones de organización son envueltos dentro de olas de energía de actividad sistemática distribuidas a través del sistema como un todo.
Para saber más

0 comentarios:

Publicar un comentario