La Realización (parte 2)

La dinámica de la vida se podría resumir en: vivir, reflexionar, ver el error y no repetirlo y por último enseñar el aprendizaje a los demás. Pues después de la toma de consciencia, se requiere la acción para no regresar a lo que éramos.
Virtudes y defectos, nos ayudaran en el camino, pero como en todo, existen unos ciclos, unas etapas de ascenso y otras de descenso, que debemos entender y reconocer.
Con los vaivenes de la vida, uno puede llegar a sentirse inseguro. Con las perdidas de personas, ilusiones, objetos, etc., podemos llegar a perder el norte. Podemos olvidar quienes somos, o el camino del que venimos. Dejarnos vencer por el pesimismo. En estos momentos, si es que llegan, debemos recordar que la única fuente, el único alimento y energía del que debemos requerir, la única seguridad a la que podemos aferrarnos, es a nosotros mismos. Cuando alimentemos la seguridad en cosas ajenas a nosotros mismos, nos arriesgamos a que al perder esa cosa, perdamos igualmente la seguridad depositada.
Cuando alguien se inquieta por el futuro, es porque no valora las acciones presentes, duda.
Todo esto nos llevará a esa pregunta que se hace todo el mundo, y que pocas veces se confiesa: ¿para qué estoy en el mundo, que función tengo, soy imprescindible? Debemos de llegar a entender, que el azar, el destino, o aquello en lo que se crea, tiene un plan, y que nosotros formamos parte de él. Debemos descubrirlo y encaminarnos hacia esa dirección.
También debemos hacer una labor de introspección, en la cual identificar nuestros traumas personales para comprenderlos y transformarlos de manera positiva.
De igual manera, debemos comprender nuestras angustias, que son necesidades insatisfechas. En primer lugar, debemos ver la angustia, analizarla y captar de dónde viene la esencia de ella misma, y en ultimo lugar, utilizando todas nuestras virtudes y experiencia, buscar la mejor solución para satisfacerla.
Al igual que podemos vernos a nosotros mismos como en un sueño, podemos ver el mundo, y transformarlo solo con nuestra forma de percibirlo, y de encararlo. Como si se tratase de un ente particular, el interactuará con nosotros en base a como lo veamos y lo encaremos.
Es posible que veamos el mundo como una selva salvaje, en la que hay que estar alerta frente a enemigos y agresiones. Pero debemos cambiar esta percepción, y darnos cuenta que estas agresiones y enemigos, realmente vienen de personas frustradas que buscan amor. Y en nuestro quehacer en la vida y en el mundo debemos realizarla de manera que disfrutes con cada cosa, viviendo cada cosa con placer.
La labor de proyectarse más allá de uno mismo, es difícil en el sentido de que aparentemente, toda la energía que gastemos en algo ajeno a nosotros no es productivo, no nos beneficia. Esta creencia viene de nuestra cultura egoísta, competitiva, individual. Pero podemos experimentar, que cuando uno da, también recibe algún tipo de “recompensa”. Y con larga experiencia comprobaremos que todo lo que damos, se nos da; que todo lo que no damos, se nos quita. Esta es una de las razones más importantes para querer cambiar el mundo.
Uno de los aspectos que hay que tener encuenta cuando queremos dirigirnos al mundo con esta intención es ser una referencia. Para conseguirlo, debemos de mostrar los intereses de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Mostrar lo que pensamos, hacer sentir a los demás nuestros sentimientos y actuar conforme a estas dos cosas. De modo que todo aquel que se interese en nuestro camino, sepa claramente cual estamos siguiendo. Debemos convertirnos literalmente en el cambio que queremos para el mundo.
La forma de comunicarnos con otras personas, debe de ser desde nuestro respeto hacia ellos, empatizando, metiéndonos en su piel, sabiendo como piensan, sienten y actúan. Desde este punto de vista, no caeremos en el error de limitar la potencialidad del otro, de degradarlo por miedo a que sea más o mejor que nosotros.
Cuando hablemos no tenemos que tratar de convencer a nadie, solo exponemos nuestro punto de vista con buena intención.
Cuando nos sintamos estancados, y la vida se nos haga monótona, debemos tratar de hacer todo de una manera diferente, como si se tratase de un juego. Cuando cambiamos nuestra perspectiva sobre el mundo, él cambia también.
Todo esto es con el objetivo de realizarse uno mismo. Pero, ¿realmente nos consideramos dignos de ese destino?¿Alguna vez hemos soñado con lo que deseamos, pero por algún motivo, luego hemos desechado esa idea?Muchas veces no creemos posible la realización, no nos podemos imaginar ahí, y esa es una barrera que hay que empezar a superar, comenzando por imaginar, y luego buscando, actuando en consecuencia. Debemos dirigirnos hacia la realización y no hacia algo parecido. En este punto, no podemos hacer concesiones.
Consejo
Trabaja como si no necesitaras dinero.
Ama como si nunca te hubieran herido.
Actúa como si nadie te estuviera mirando.
tertulia
Cuando oímos a alguien hablar mal, es a nuestro niño herido al que escuchamos.
El dolor ajeno nos molesta, porque nos revela el propio.

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