La forma en que funciona una sesión de Constelaciones Familiares es relativamente sencilla. Una persona que quiera investigar la dinámica de su familia, ha de reunir un grupo de gente. Cuando expresa el problema que quiere constelar, el terapeuta le pide que elija, entre el público presente, a uno o varios representantes de miembros de su unidad familiar, según el tema que se quiera ver, y otro que vaya a hacer de él mismo. El cliente, sin dar explicaciones ni instrucciones, elige a estas personas, y las coloca en la sala de una manera determinada, siguiendo su intuición. Más tarde, se puede añadir otros miembros de su grupo familiar, e incluso otras personas, e incluso conceptos, que no formen parte de la misma, pero que tengan algo que ver con el problema que se ha puesto sobre la mesa.
Una vez que ha colocado a su familia, el cliente se sienta y contempla lo que sucede. Los representantes han recibido su posición, y empieza a salir a la luz una determinada relación entre ellos. Los representantes, que deben ser aleccionados para que sigan cualquier impulso o movimiento del cuerpo, comienzan a sentir lo que los familiares realmente sentían, aún cuando estas personas son completamente desconocidas. La razón por la que esto ocurre no se conoce en absoluto, aunque yo, que soy junguiana, opino que tiene que ver con el Inconsciente Colectivo, y con las impresiones que realizamos en él a través de nuestro inconsciente personal.
Durante esta sesión los representantes se mueven, cambian de lugar, y tienen sensaciones, lo que da pistas al terapeuta de la pauta que se está siguiendo, del familiar que tiene el enredo (entendido como la implicación emocional de una persona en la vida de otro miembro de su familia). Se les hace decir frases cortas preelaboradas, que revelan verdades profundas sobre las relaciones de los familiares verdaderos. Poco a poco, los familiares adoptan otras posiciones en las que todos se sienten más a gusto. También se les da afirmaciones positivas sanadoras, para hacer más fuerte la energía que se está moviendo.
La función del terapeuta es comprender la raíz del problema que esté saliendo a la luz con esa configuración del sistema familiar del cliente. Así podrá iniciar un movimiento hacia la resolución. También podrá interrogar a determinados representantes acerca de sus sensaciones y los ayudará a descubrir otra posición en el sistema que les conceda mayor armonía.Una vez que ha colocado a su familia, el cliente se sienta y contempla lo que sucede. Los representantes han recibido su posición, y empieza a salir a la luz una determinada relación entre ellos. Los representantes, que deben ser aleccionados para que sigan cualquier impulso o movimiento del cuerpo, comienzan a sentir lo que los familiares realmente sentían, aún cuando estas personas son completamente desconocidas. La razón por la que esto ocurre no se conoce en absoluto, aunque yo, que soy junguiana, opino que tiene que ver con el Inconsciente Colectivo, y con las impresiones que realizamos en él a través de nuestro inconsciente personal.
Durante esta sesión los representantes se mueven, cambian de lugar, y tienen sensaciones, lo que da pistas al terapeuta de la pauta que se está siguiendo, del familiar que tiene el enredo (entendido como la implicación emocional de una persona en la vida de otro miembro de su familia). Se les hace decir frases cortas preelaboradas, que revelan verdades profundas sobre las relaciones de los familiares verdaderos. Poco a poco, los familiares adoptan otras posiciones en las que todos se sienten más a gusto. También se les da afirmaciones positivas sanadoras, para hacer más fuerte la energía que se está moviendo.
El cliente permanece como observador la mayor parte del tiempo, pero suele ocupar su lugar hacia el final de la constelación. Al final, habrá descubierto algo nuevo sobre sus preocupaciones o problemas en relación con su familia.
2 comentarios:
Fantastica como siempre. Me encanta como te entregas. Gracias por compartir tu saber.
Una cosica, Amalia: la palabra "cliente" no me parece apropiada; quizá sería mejor decir "paciente" o algo por el estilo.
Por lo demás, muy bien, como siempre.
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