¿Tienes una Cuenta?

domingo, 30 de agosto de 2009

El miedo

El miedo
Según el diccionario:
1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.
El miedo viene dado por las 3 siguientes situaciones:
-Perder algo que poseemos.
-Desear algo que tuvimos.
-Desear algo que anhelamos del futuro.
El efecto perjudicial del miedo es básicamente la parálisis, que lleva a uno a esconderse, a no afrontar los problemas, a no actuar por ese recelo de que pase algo malo. Provoca una situación de bloqueo, en la cual, el afectado no actúa, y por tanto deja de vivir esa parte de la vida, hasta que enfrente su miedo.
Creo que, inicialmente, las personas son ajenas al miedo, pues el ser humano está hecho para amar.
Segun el diccionario amar es:
1. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
2. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
3. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
Según mi entendimiento, amor es dar, lo cual implica acción, y por tanto, el miedo es lo contrario, pues te bloquea.
El corazón es una fuente que da, y que es lo que nos mueve al mundo, lo que nos hace interesarnos por las cosas.
El miedo viene dado por la sociedad, por el sistema capitalista y consumista en el que vivimos. Me refiero al sentido de no querer perder lo que tenemos y a anhelar cosas que no tenemos.
En cuanto al primer sentido, realmente es un pensamiento ilógico, pues el destino, continuamente nos está "robando" cosas. No hay nada que no pueda desaparecer de pronto: la familia, la situación actual, el trabajo, la salud, los bienes materiales... Por tanto, si debiéramos tener miedo por esto, constantemente lo tendríamos, como le pasa a mucha gente, que aunque tenga seguros de casa, coche..., tenga los mejores sistemas de seguridad contra robo, incendio, para proteger su propia integridad... nada garantiza al 100 por 100 que lo vaya a conservar, y esta persona se encuentra mucho mas preocupada y angustiada, al llevar este miedo a una obsesión.
Debemos aprender del arcano número 13, la muerte, a desprendernos de cualquier cosa, a que nuestro ego no sea inmutable, sino permanentemente mutable, en cada segundo es uno diferente. Todo el mundo en el fondo, sabrá esta realidad por experiencia, por tanto invito, a que no se base la seguridad de uno mismo en nada exterior, sino contruir nuestra seguridad sobre nuestra propia persona, nuestras cualidades, nuestra experiencia y nuestro potencial.
Respecto al segundo sentido, anhelar cosas que no tenemos en parte es una forma de mercado del sistema. También debemos aprender a vivir el presente, pues en el momento en que se desea ser quien uno no es, o anhela cosas futuras o pasadas, perdemos lo único "real" que hay, que es el presente. No se si habréis experimentado y reflexionado sobre momentos en los que estábais sumergidos en el presente, teniendo en cuenta la experiencia de las vivencias pasadas, y las aspiraciones del futuro, en el que sólo pensábais en las posibilidades que teníais en el ahora, y comprobaréis que, en ese momento, no hay angustia, pues la angustia viene por el miedo a lo que ocurra en el futuro. En el aquí y el ahora, solo tú contigo mismo, rodeado por el mundo, lo que pasa, pasa. Y se toman medidas inmediatas en consecuencia. Reflexionad por un momento, y veréis como estais de acuerdo conmigo.
Por otro lado, cuando se desean objetos, situaciones o ser personas diferentes, estamos perjudicándonos, pues la felicidad depende de acercarnos cada vez más a nuestro “yo esencial”, no en alejarnos. La felicidad no consiste en “tener” cosas. Si fuera así, la gente rica sería feliz, y eso no siempre es cierto. La gente con menos recursos (pero con las necesidades básicas satisfechas) sería muy infeliz, y por descontado que no es así, es más, suelen ser más felices que los que son ricos. La felicidad es disfrutar al máximo el presente, con su situación y todo lo que conlleva. Disfrutar de lo que tenemos y somos en ese preciso momento.
Refiriéndome al aspecto de bloqueo que provoca el miedo, tengo que hacer especial hincapié, en el hecho de que, por este bloqueo, nos estamos perdiendo parte de nuestra vida, porque nos saca del presente.
El que no hace algo por miedo, debe de tener en cuenta que, tarde o temprano, tendrá que salir al mundo y enfrentarse a ese miedo, y pasará o no lo que tenga que pasar. Que la inacción no es la solución al problema. Hazte cargo de tu presente. Construye tu destino. Dirige tu vida.
No hay que tener miedo del fracaso, pues es una situación necesaria, para seguir progresando, aprendiendo y creciendo internamente. El fracaso no es malo, pues es experiencia que nos enseña a saber como "no" se hacen las cosas.
"Prefiero morir de pie, que vivir de rodillas". Refiriendonos a afrontar los problemas, y no dejar de vivir algo por temor.
Por otra parte, el miedo viene dado por la concepción que nos viene dada de la sociedad, de que el mundo es algo salvaje y amenazador, del cual debemos estar en guardia y precavidos.
Yo pienso que eso es mentira, pues esa filosofía provoca que el mundo realmente sea así. El mundo será, en base a nuestra concepción del mundo, de nuestra perspectiva.
Tratemos de ver el mundo como un conjunto de personas que se sienten solas, que tienen miedo, y que ansían el amor. Tanto darlo como recibirlo.

sábado, 29 de agosto de 2009

LA LEY DE LA EXCLUSIÓN

A través del trabajo con Constelaciones, Hellinger ha podido demostrar como funcionan las dinámicas familiares. Una de las constataciones más importantes ha sido comprobar que, ciertos miembros de una familia, pueden identificarse con alguien de su familia de origen sin ser conscientes de ello. Asumen los sentimientos de su pariente como si fueran suyos y viven la vida de esa persona como si fuesen una réplica, aunque no le hayan llegado a conocer. Normalmente, nadie se da cuenta de lo ocurrido.
Cuando hay un fallecimiento en la familia, como un niño que pierde a su padre, o un pariente que muere muy joven, o de manera trágica, el dolor es insoportable, y algunos miembros del clan familiar no pueden gestionar de manera eficiente la separación, e intentan excluir de la memoria el impacto de esa muerte. Pero la conciencia colectiva, que exige que todos los miembros de la familia sean recordados, ejercerá su influencia para que otra persona de la familia le represente en el sistema familiar. Cuanto más joven es la persona que sufre la pérdida, más dificultades tendrá para enfrentarse a su dolor, porque se requiere una madurez que un niño no tiene. De hecho, la muerte prematura de un progenitor conlleva un improtante riesgo de trastorno en la formación de la identidad del niño. A todo esto, hay que añadir que los adultos no dejan que el niño sufra su periodo de duelo. Se les dice que el familiar se fue al "cielo", y no les permitimos que nos vean llorar, lo que no hace más que complicar las cosas.
El olvidado o excluido no siempre es una persona que haya muerto prematuramente. Puede ser un pariente al que nunca se le dió ningún valor, un familiar apartado por una discapacidad o retraso mental, que sea adoptado, o que haya tenido un comportamiento que haya ocasionado la retirada de amor por parte de la familia.
Todo crecimiento personal, cualquier desarrollo individual, depende del reconocimiento y aceptación de cualquier aspecto de la personalidad que haya sido excluida, para otorgarle un lugar en nuestro corazón. De la misma manera, los familiares excluidos por generaciones de una familia necesitan reincorporarse a ella; necesitan que los incluyamos y los recordemos con amor. Debemos comprender que todo lo que rechacemos seguirá teniendo poder sobre nosotros, porque el acto de resistirnos a algo, le concede energía para perseguirnos. Cuando decimos "sí", y aceptamos lo que no podemos mirar, cambia algo en nuestro interior. No se trata de aceptar sin más, sino de abrirnos a los fantasmas que nos asustan para poder descubrir que nuestro interior contiene una fuente de amor para todos ellos.
El germen de todos los problemas está en el dolor, en lo que hacemos para eludirlo. El proceso de sanación consiste en reconocer que el dolor forma parte de la vida y que el dolor psicológico es igual que cualquier otro dolor, en el sentido de que no podemos evitarlo.
La identificación implica que, la persona que la sufre, es incapaz de ver al otro como un ser separado de él. Es muy importante encontrar el familiar con el que nos hemos identificado y reincorporarlo a dinámica familiar para que todo el mundo pueda verlo. Si podemos identificarlo con amor, dejaremos de sentir la necesidad de representarlo y se sentirá libre para ser él mismo: se librará de la identificación. Cuando trabajamos con Constelaciones Familiares, se revive el dolor, y el amor enterrado sale a la luz. Será este amor el que produzca la verdadera sanación, ya que impide que sigamos representando a un excluido.
Esta forma de operar también funcionará cuando un niño asume como propio el dolor de un progenitor (siempre de forma inconsciente, evidentemente). Los niños sienten tanta necesidad de sentirse parte de sus padres, que hacen todo lo posible por aliviar su dolor y poder obtener su afecto. Esto recibe el nombre de amor ciego. De acuerdo con su conciencia personal, el niño se siente capaz de hacer cualquier cosa para que su progenitor pueda soportar el dolor, y siente que tiene derecho a hacerlo. Los niños tienen ese pensamiento mágico, creen que que si alguien tiene que sufrir, y él sufre por sus padres, ellos sufrirán menos. Pero esto lleva a que el sufrimiento se duplique. El amor ciego no respeta la norma de que hay un orden sagrado, y que los padres deben encargarse de los hijos, y no al revés.
Todos los miembros de la familia directa están sujetos a la conciencia colectiva. Incluye a padres, hijos, incluso los que nacieran muertos o no llegasen a nacer, y los abuelos. Los tíos y tías también entran en el sistema, aunque no sus hijos. Podríamos incluir también a bisabuelos y tatarabuelos. También están dentro las personas que están fuertemente unidas a la familia, y sujetas a las leyes de la conciencia colectiva, por un hecho grave que haya sucedido. Aquí se incluirían los que hayan maltratado o asesinado a un miembro de la familia, y al revés, es decir, los que hayan sido víctimas de alguna persona perteneciente al clan familiar.
Cuando satisfacemos la conciencia colectiva, devolviéndole al excluido su posición legítima dentro del círculo familiar, todo el mundo experimenta una sensación de paz y de alivio. Entonces, el representante del excluido en la generación actual podrá soltar sus lastre y sentirse libre.

martes, 18 de agosto de 2009

CAMARA DE AISLAMIENTO SENSORIAL


Quienes vieron la película "Viaje alucinante al fondo de la mente" recordarán aquel curioso huevo grande de plástico, a modo de gran bañera cerrada, en donde el protagonista se sumergía en su afán por "regresar al origen". Su director, Ken Rusell rodó esta vez una obra con esmero y contención, cuyas imágenes rebosaban originalidad; aquel "huevo" no era de ciencia ficción, sino una CAMARA DE AISLAMIENTO SENSORIAL, cuyo campo de posibilidades es bastante más variado de lo que sugiere la película, centrada en el tema de las regresiones. Estas cámaras, también llamadas "tanques" o "burbujas" de relax, van llegando poco a poco a nuestro país; por eso nos ha parecido interesante explorar un poco sus posibilidades.
Entre el lenguaje de los delfines y el LSD
A principios de los año 50, los especialistas en neurofisiología creían que si se privaba al cerebro de la casi totalidad de estímulos físicos, éste se adormecía. Por esa época, el doctor John C. Lilly, neurofisiólogo psicoanalista, se propuso investigar sobre dicha hipótesis cuando trabajaba por encargo de la armada en la National Institute o Mental Health de Bethesda (Maryland, USA). Aunque las experiencias sobre aislamiento sensorial son algo anteriores, Lilly, en colaboración con el Dr. Jay Shurley, se las ingenió para hacerlas fácilmente viables; inicialmente, los individuos se colocaban sobre una cama, en un compartimiento con aire acondicionado, con los brazos y las manos envueltos en unos manguitos especiales y los ojos cubiertos por unas gafas de esquí, lo cual apenas conducía a nada. Lilly, que desde 1950 se dedicaba también a estudiar a los delfines en las Islas Vírgenes (1), intuyó que precisamente "en el agua" se podrían dar las mejores condiciones. Así que preparó adecuadamente una cámara de la Marina, de las destinadas al estudio de las técnicas de escafandrismo. En ellas el sujeto estaba provisto de una máscara que le envolvía la cabeza y se contaba además con otros elementos, como una especie de flotadores para lograr una posición lo más relajada posible. "Esta técnica tenía la ventaja de disminuir mucho la pesadez de la cabeza, ya que ésta absorbe un enorme porcentaje de la actividad del sistema nervioso central; sin embargo, el entorno daba a la experiencia un carácter monótono", escribió Lilly en esa época. No del todo satisfecho pues con la fuerza de sustentación del agua, la cambió radicalmente, aprovechando las propiedades del agua salada y manteniéndola a la temperatura de 34,2 ºC para evitar sensaciones de calor o frío. Todas las pruebas dieron excelentes resultados: acababan de nacer las cámaras horizontales de aislamiento sensorial.
Hubo que aguardar bastantes años para que los heterodoxos hallazgos del Dr. Lilly encontrasen mayor difusión, cuando confluyeron sus investigaciones con la cultura psiquedélica, a finales de la década de los sesenta. Es entonces, y sobre todo durante los años siguientes, cuando los artistas –como John Lennon o Kris Kristofferson, médicos, especialistas en educación física. Yoga o relajación comenzaron a interesarse por sus posibilidades. Sin embargo ya antes, especialmente durante los años 1964-66, el inventor había experimentado ampliamente con LSD-25 dentro de una cámara, como describe ampliamente en su libro "El centro del ciclón" (2).


La Cámara de Aislamiento Sensorial
Ahora, con el paso del tiempo, la utilidad de estas cámaras parece haberse centrado más en favorecer la relajación, eliminar estrés, mejorar las condiciones físicas ... Aunque no por ello deja de parecer posible, y perfectamente válido, un uso que tienda a la plena conciencia interior, que enriquezca y dé un mayor sentido a la larga tarea de crecimiento y plenitud personales, de auto-conocimiento, en suma.
Los tanques son complicados de hacer por uno mismo, y si son buenos resultan demasiado caros. Por ello se suele acudir a diversos centros que los alquilan por horas. Se trata de compartimientos de plástico, de alrededor de 2,50 m. de largo, 1m. de alto y 1m. de ancho, provistos de una puerta inclinada fácilmente maniobrable, tanto desde el interior como del exterior. Contienen alrededor de 400 litros de agua a 34 o 34,5 ºC, saturada de sales de Epsom (sulfato de magnesio hidratado), fáciles de encontrar en droguerías.
Gracias a este aumento de la densidad del agua, la persona puede flotar confortablemente sobre su espalda, y sus brazos, piernas, vientre y, sobre todo, su cabeza, emergen parcialmente, lo que permite evitar la mascarilla respiratoria que se utiliza en los primeros experimentos.
A esta pequeña estructura hay que añadir un sistema de ventilación muy silencioso, un sistema de calefacción y una bomba para filtrar y neutralizar el agua entre cada uso. Como vemos, se trata de una estructura sencilla y muy fácil de utilizar, que a mediados de los años setenta adquiere gran popularidad en Europa. Con la comercialización aparecen nuevas formas: algunas son mayores y permiten que dos personas disfruten simultáneamente de la experiencia. Otras son circulares y otras de perfiles altamente estilizados, con puerta lateral corredera.
La popularización del invento ha llevado a desvirtuarlo: algunos de los compartimientos están equipados de altavoces y otros tienen incluso pantallas de televisión o video, lo que deja sin sentido el término "aislamiento", y la cosa no pase de ser una relajación corporal, útil más bien para el entrenamiento deportivo, la rehabilitación y recuperación corporales, los trastornos funcionales, etc.
El Hipocampo
El tanque vertical, precursor de la cámara horizontal, sigue existiendo en versión modernizada. Se la denomina "Hipocampo" y se basa en el principio del Dr. Shurley, quien prosigue sus investigaciones en el campo de la psiquiatría en la Escuela Médica de Oklahoma desde hace 25 años.
El Hipocampo contiene agua muy poco salada y aséptica. El usuario va equipado con una mascarilla que le proporciona el oxígeno necesario para respirar; puede efectuar toda clase de movimientos, con lo que desarrolla una nueva percepción de su cuerpo, o puede elegir entre quedarse inmóvil, como en la cámara. Sin embargo, su utilización es poco conocida y difiere bastante de la cámara del Dr. Lilly, ya que el Hipocampo permite más bien una "toma de conciencia corporal" por el movimiento, así como cierta liberación de recuerdos y emociones almacenados en cada uno. Además de eso, las cámaras de aislamiento sensorial favorecen la exploración de toda una gama de estados de conciencia tras la necesaria fase de profunda relajación (física y mental) y reintegración del cuerpo.

Efectos y experiencias con la Cámara
Cuando la puerta de la cámara está cerrada el sujeto flota confortablemente sobre su espalda, privado de casi todas las sensaciones físicas.
Ante todo, se trata de tener en cuenta que "la cámara no hace nada"; como mucho se la puede considerar como un pariente lejano del Mar Muerto (3), en el que también flotan los bañistas. Es como si fuera el cojín sobre el que uno se puede sentar para meditación, o la cama, que no hace el sueño por si misma.
La cámara es pues un entorno que favorece ciertas experiencias, más que crearlas. NO es una droga ni un medicamento, y el sujeto puede estar en ella una hora sin haber sentido gran cosa (aunque eso ocurre raras veces). Por tanto, será cada persona quien vivirá su propia experiencia con el entorno que la cámara facilita.
Cuando se cierra la puerta, el usuario no tiene sensación alguna de frío o calor; nada hay que ver u oír, no siente ni el peso del propio cuerpo, tan solo la mente y la conciencia. El aislamiento total aguarda. Se trata, en cierta forma, de recrear el ambiente del claustro materno, lo cual permite lograr un nivel de relajación muy profundo con inusitada rapidez.
El conjunto del cerebro aminora o disminuye sus ondas cerebrales, que pasan del ritmo beta (vigilia) al ritmo alfa (sueño), e incluso al ritmo theta (sueño profundo), "sin pérdida de conciencia", lo cual hasta ahora era un privilegio de los grandes meditadores. Por eso Lilly habla de la cámara de aislamiento como de un instrumento occidental de meditación –una imagen elocuente de la situación.
Una gran parte de la actividad de nuestro sistema nervioso central sirve para ajustar el cuerpo a la gravedad (4); con lo que en la cámara toda esta energía nerviosa queda disponible para otras actividades. Liberada de toda influencia exterior, la persona está muy atenta a las sensaciones internas del propio organismo: se puede escuchar y sentir la respiración, latir el corazón, y hasta el ruido de la circulación de la sangre por los capilares de las orejas ... Pero además se puede tomar conciencia de las tensiones cotidianas, notándolas presentes aún en el propio cuerpo, y descubrir cómo poco a poco se van librando las cargas emocionales asociadas a dichas tensiones.
"Las ondas theta son en buena parte responsables del gran cambio bioquímico que se produce en el sistema nervioso después de quince o veinte minutos en la cámara. Normalmente nuestro cerebro emite en ondas beta, pero es en este otro nivel de percepción, el de las ondas theta, cuando el cerebro humano puede tener acceso a esas discordancias espacio-temporales por las que se asoma la intuición pura, aquella que iluminó a Leonardo, a Einstein, a Picasso..." (5).
Se dice que en nuestra cultura prevalecen cinco estados de conciencia (y que pueden ser recreados bioquímicamente): despierto (anfetaminas); dormido (barbitúricos); sueño (opiáceos); trance (pentotal sódico); liberación (alucinógenos). Es un tema discutible, pero la cámara de aislamiento parece más eficaz que todo eso, ya que en ocasiones puede sintetizar esos estados en una hora y de forma inofensiva. En todo caso, y recordando las impresiones del Dr. Albert Hoffman (6), no es la cámara de aislamiento sensorial lo que produce efectos profundos; solo puede estimular lo que ya está en la persona; si no hay nada dentro, nada sale.



Beneficios
Entre los efectos se da también un reequilibrio general de diversas partes del cerebro: los hemisferios del córtex –el cerebro mamífero arcaico unido a las emociones-, y el cerebro reptiliano, -asociado a las pulsiones- (7).
Uno de los elementos que favorecen este equilibrio es el hipotálamo, que transforma nuestros humores en sustancias químicas, inhibe la secreción de sustancias químicas productoras de estrés, como la adrenalina, y aumenta la producción de sustancias euforizantes o anestesiantes, como las endorfinas. A veces llega a convertirse y actuar como un verdadero alquimista al producir sus propias sustancias de tipo "psicodélico".
La cámara permite un nivel de relajación muy profunda. Esta relajación es al principio física y después mental. El aspecto sorprendentemente distendido de las personas después de tan solo una hora en la cámara lo confirma. La respiración se hace más lenta y disminuye entre un 10 y un 15% al cabo de media hora, en comparación con el 8% que se consigue tras cuatro o cinco horas de sueño. El ritmo cardíaco sigue este aminoramiento, así como todo el metabolismo en general. Libre de los centenares de informaciones sensoriales que le llegan por segundo, el organismo se pone en "homeostasis", es decir, en equilibrio bioquímico con el agua y en equilibrio químico global.
Puede lograrse un descanso excepcional. El propio cerebro parece como lo que debería ser: un lugar muy confortable (casi paradisíaco, como dicen algunos), de modo que es posible explorarlo conscientemente, integrando cada una de las partes al todo. Este estado favorece la curación de malestares provocados por el estrés: hipertensión arterial, depresión nerviosa, infarto de miocardio, las migrañas y numerosos trastornos orgánicos o funcionales. En caso de fracturas, la cámara de aislamiento sensorial propicia muy favorablemente su rehabilitación, si se combina con los ejercicios de reeducación postural de las partes implicadas.
En lo que respecta al cerebro disminuye la hiperactividad en el hemisferio izquierdo (racional, lógico, verbal y analítico) y el hemisferio derecho sale de su semi-aletargamiento. Según el profesor Budzyanski, de la Universidad de Colorado, EE.UU.: "En la cámara de aislamiento, el hemisferio derecho sale de su zona de penumbra gritando ¡yupi!". Se sabe que dicho hemisferio está ligado a la intuición, la imaginación y la visualización, así como a otras capacidades no-verbales. Por ello no es tan raro que muchas personas salgan de la cámara y se sientan incapaces de relatar su experiencia: tienen la impresión de que no pueden describir lo vivido y que las palabras serían insuficientes.
Además de facilitar el estudio de los sueños y determinados trastornos mentales, la cámara de aislamiento sensorial es un instrumento bastante accesible para aprender a descubrir la propia creatividad.
La cámara tiene también posibilidades en el tratamiento de procesos reumáticos y puede ser útil para los que deseen dejar de fumar, o para acelerar la unión en casos de fractura.
En Norteamérica algunas empresas comienzan a ponerla a disposición de sus empleados, y se va generalizando su uso en el entrenamiento deportivo para la alta competición.


Algunos consejos
Es bueno que el lugar resulte cálido y acogedor, muy silencioso, lejos de vibraciones (ferrocarriles, fábricas) y, si es en alguno de los centros deportivos que ahora están tan de moda, convendrá alejarlo de los ruidos de vestuario o lugares de paso. Es preferible que la habitación o recinto esté a unos 30 ºC, para evitar sensaciones desagradables al entrar o salir. También conviene evitar las luces demasiado fuertes o artificiales directas y se aconseja que cada cámara esté cerca de una ducha y los servicios.
Debe evitarse a toda costa que entre agua en los ojos: caso de que suceda, es preferible que el usuario salga de la cámara y se dé una ducha ligera, debido a las irritaciones insoportables que produciría el sulfato magnésico. Para que nada de todo esto suceda, basta con introducirse despacio en la cámara, evitando movimientos bruscos.
La sal en el agua tiene efectos tonificantes, por lo que los hipertónicos deberán tener algunas precauciones ante la posibilidad del insomnio: paseos, gimnasia, evitar un exceso de uso de la cámara, etc.
Aunque el uso de la cámara tiene efecto secundario alguno, quienes padezcan trastornos importantes de tipo cardio-circulatorio o respiratorio deberán someterse a un reconocimiento médico previo.
Ejercicios respiratorios
Muchos individuos han conseguido modificar su ritmo cardíaco y su tensión arterial, o acelerar la curación de diversos trastornos, con la ayuda de las técnicas denominadas de visualización creativa. Otros han aprovechado los dolores (como la misma sal en los ojos) para explorar la parte dolorida o el fenómeno mismo del dolor.
En general suelen recomendarse ejercicios respiratorios. Lilly sugiere la "respiración delfín" y la hiperventilación, a base de una respiración abdominal acelerada.
La "respiración delfín" consiste en inspirar, retener el aire tanto como tiempo como a uno le sea confortable y luego espirar e inspirar de nuevo rápidamente. Si se hace bastante rápido, el agua no se moverá en la cámara, al contrario de lo que ocurre con la respiración normal. Tanto este ejercicio como el segundo pueden modificar los estados de conciencia por eso es bueno familiarizarse con estas técnicas antes de entrar en la cámara.
Con la hiperventilación se presta atención a las olas que tal respiración crea en la cámara; de ahí es fácil hacer asociaciones con las olas del pensamiento en el mar de una mente equilibrada como para poder reflejar la luz ... En todo caso es recomendable practicar esos dos ejercicios respiratorios progresivamente.
A veces a una relajación general profunda el sigue una exteriorización de las emociones (risa, llanto, miedo, cólera...). La cámara puede ser entonces un instrumento de descarga emocional de apreciable valor. En ocasiones se tienen ganas de cantar o hacer ruidos o vocalizaciones, puesto que con la resonancia y con las orejas bajo el agua la experiencia es apasionante. No es malo abandonarse a la emoción que conlleva, pero si resulta demasiado intensa se puede controlar o eliminar de varios modos: por ejemplo, espirando o haciendo una llamada a imágenes mentales, como un fuego que quema esta emoción, un barco que se la lleva, etc.
La cámara tiene efectos sobre el plano mental similares a los del agua que contiene: "espejo y lupa". El hecho de estar aislado favorece el "retorno" a uno mismo y rompe los esquemas con los que se suele funcionar normalmente. De esta forma se puede tomar conciencia y modificar prejuicios, papeles sociales, esquemas convencionales, etc. En esto la cámara puede ser parecida a la sofrología, relajación, técnicas de interiorización, de crecimiento personal o el amplio campo de la psicología humanista. Lo que tiene de bueno es que puede tanto ampliar como favorecer dichas técnicas, pero además se puede luego aprender a reproducirlas más fácilmente sin ayudas o estímulos exteriores.

lunes, 17 de agosto de 2009

CONCIENCIA PERSONAL Y COLECTIVA

Cuando trabajamos con Constelaciones Familiares nos damos cuenta de la importancia que damos, generalmente de forma inconsciente, a la pertenencia a un grupo social. Este instinto se desarrolla en los tiempos primitivos, en los que, los seres humanos, formábamos parte de una tribu o clan. Entonces, separarse de la tribu implicaba la muerte, de ahí la voluntad de aprender y de adecuarnos a los valores dictados por nuestro grupo social.
Para saber si nuestro comportamiento se adecúa a lo que dictamina nuestro entorno, contamos con un instrumento esencial: la conciencia. Ésta funciona como un barómetro social. Si nos sentimos cómodos y relajados, sabemos que estamos siguiendo las normas y nuestro derecho de pertenencia está asegurado. Si queremos pertenecer a ciertos grupos, tendremos que desarrollar una conciencia distinta para cada uno. De esta manera, la conciencia rige nuestra vida cotidiana. Lo curioso es que pensamos que, este código de conducta, es elaborado de manera interna, que es fruto de una decisión o de unos valores propios, pero lo realmente cierto es que hemos asumido los de un grupo con la suficiente intensidad como para creerlo intrínseco.
El origen de la conciencia se remite a la primera infancia. El niño ama a sus padres incondicionalmente porque su supervivencia depende de ellos. Conforme vamos socializando y aumentando los círculos en los que nos relacionamos nos vamos vinculando a otros grupos, de manera que sentimos que ocupamos un lugar en el mundo. si hacemos algo que pone en peligro nuestra pertenencia a un grupo, tenemos mala conciencia, nos sentimos culpables y esperamos un castigo. Esta sensación será más fuerte cuanto más fuerte sea el vínculo. El primer contacto humano con nuestra madre será el vínculo más fuerte de todos.
Todo lo anterior nos lleva a una necesidad de equilibrio, entendido como reciprocidad. Cuando se nos hace algo bueno, necesitamos dar las gracias a la persona que tiene el detalle con nosotros, e incluso tendremos la sensación de que tenemos que devolver el bien recibido. Esta "ley" también se aplicará en lo negativo, de manera que querremos vengarnos de cualquiera que haya cometido una injusticia.
Hasta ahora hemos hablado de la conciencia personal, pero también existe la conciencia colectiva. Ésta operará desde el interior de la familia o clan, sin que sus miembros lo sepan, y sólo puede reconocerse por su influencia en el comportamiento de las personas. La misión de las Constelaciones Familiares, consiste en identificarla y comprenderla, para entender sus implicaciones e intenciones, y sanar el desequilibrio.
La conciencia colectiva se basa en 3 principios:

  • Ley de pertenencia: Todos los miembros de la familia tienen derecho a formar parte de ella, y a ocupar su lugar.
  • Ley de jerarquía: Los miembros de la familia están ordenados según su llegada a la misma. Esta noción de conceder prioridad al primero está muy arraigada a nuestro inconsciente colectivo, y la sentimos instintivamente en las situaciones cotidianas (por ejemplo, cuando hacemos cola). Ningún miembro de la familia debe ocupar un lugar que no le corresponde.
  • Ley del equilibrio: Cualquier injusticia cometida con (o por) un miembro de una generación anterior, tendrá que compensarse con los actos de un miembro posterior de esa familia. Esto no es una regla moral de comportamiento, ni un código de conducta, ni parte de un razonamiento ético, pero es la pauta observada en las dinámicas de Constelaciones Familiares. Con la conciencia personal nos sentimos culpables, con la colectiva nos arrastra una fuerza inconsciente. Cargamos con un destino que recibimos, y tenemos que aceptar que formamos parte de una familia determinada, con su historia. A partir de ahí, tendremos que empezar a superarlo.

La sociedad occidental considera al individuo lo primero, pero en los grupos primitivos la dinámica es distinta. Los mayores son los seriamente respetados, y los intereses del grupo se ponen por delante de los del individuo. Todo el grupo lo sabe, y sus miembros aceptan su responsabilidad. Lo que no hemos tenido en cuenta es que seguimos regidos por las mismas leyes inconscientes que hace milenios, y que éstas siguen controlando nuestras acciones.
En Constelaciones Familiares se intenta que cada uno comprenda la conciencia colectiva de su familia. A partir de ahí, intentaremos restablecer el equilibrio y recuperar el orden adecuado.



miércoles, 12 de agosto de 2009

EL CUERPO ASTRAL


El cuerpo astral del hombre es un vehículo que, a la visión clarividente, no aparece muy diferente del físico; está rodeado de un aura de colores centelleantes y compuesto de materia mucho más fina y sutil que la física; es el vehículo por medio del cual el hombre expresa sus sentimientos, pasiones, deseos y emociones; además sirve como puente y medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo de orden superior, llamado cuerpo mental.

No obstante que todo ser humano posee y utiliza un cuerpo astral, muy pocos son conscientes de la existencia del mismo, y muchos menos son capaces de regularlo y actuar en él a plena conciencia. En la inmensa mayoría de las personas es apenas algo más que una masa amorfa de materia astral, los movimientos y actividades de la cual no están todavía bajo el dominio del hombre real, o sea, el Ego. En algunos, sin embargo,

el cuerpo astral es un vehículo bien desarrollado y completamente organizado, que posee vida propia y que confiere a su poseedor muchos y útiles poderes.

Durante el sueño del cuerpo físico, el hombre falto de desarrollo vive una existencia vaga y soñolienta en su cuerpo astral relativamente primitivo, y al despertar su cuerpo físico recuerda muy poco o nada de su vida durante el sueño.

En cambio, la vida del hombre desarrollado en el cuerpo astral, mientras el físico duerme, es activa, interesante y útil, el recuerdo de la cual se puede, bajo ciertas condiciones, traer a la memoria del cerebro físico. La vida de una persona así deja de ser una serie de días de conciencia despierta y noches de olvido, para convertirse en vida permanente de conciencia sin solución de continuidad, que alterna entre el plano

o mundo físico y el astral.

Una de las primeras cosas que aprende el hombre al actuar en el cuerpo astral es ir de un lado a otro; pues tal cuerpo posee gran movilidad y puede trasladarse a grandes

distancias del cuerpo físico sumido en sueño. La comprensión de este fenómeno arroja mucha luz sobre un gran número de fenómenos de los llamados "ocultos", tales como "apariciones" de diversas clases, conocimiento de lugares nunca visitados físicamente, etc.

lunes, 10 de agosto de 2009

Tarot, arcanos mayores: La Emperatriz

La Emperatriz es el arcano III y como tal representa un estallido sin experiencia. Es el paso de la virginidad a la creatividad. La Emperatriz remite a la energía de la adolescencia, con su fuerza vital y su seducción. Es un periodo de la vida en el que se está en pleno crecimiento y en el que se descubre el deseo y la potencia sexual.

Representa a una mujer joven serena y hermosa, sentada en un trono. Lleva una corona porque es soberana y también un cetro. Está preñada y se protege con un escudo. Las alas del trono refuerzan la espiritualidad de la imagen. La manifestación de este arcano en cualquier plano representa un estallido de vida.

Con este arcano nos integramos en el reino de lo femenino en su aspecto solar y consciente. Si la Sacerdotisa representaba la sabiduría inconsciente y lunar, La Emperatriz nos muestra esta sabiduría despojada de sus velos. Es el poder creativo de la imaginación.

Simbología de La Emperatriz:

  • La corona: indica que los pensamientos de la portadora son de dignidad real, y es un símbolo de su poder, de su soberanía espiritual.
  • El trono y las alas: el trono es el soporte de la grandeza humana y divina; quien se sienta ahí equilibra los dos mundos. Las alas son manifestación de la espiritualidad.
  • El escudo: es un arma pasiva que protege a quien la sostiene. El águila macho representa la actividad masculina fecundante de la Naturaleza.
  • El cetro: símbolo de dominio y fertilidad. Representa el poder y la autoridad y aquí, indica que dicho poder se ejerce con inteligencia.
  • La preñez: representa un estado de potencialidad pura, de creación.

Significado de La Emperatriz:
  • Fertilidad, creatividad, seducción, deseo, sentimientos, encanto, coquetería, mujer bella, adolescente, madre afectuosa, amante, artista, abundancia, materialización de los deseos, estabilidad doméstica, embarazo ...
  • Frivolidad, pereza, falta de imaginación, esterilidad, madre tiránica o castradora, trastornos domésticos, prostituta, aborto ...

domingo, 9 de agosto de 2009

GLOSARIO DE TÉRMINOS DE CONSTELACIONES FAMILIARES

Puesto que, como cualquier otro tema, las Constelaciones Familiares tienen una nomenclatura particular, voy a apuntar el vocabulario específico, para evitar que, en sucesivos artículos, los conceptos no queden lo suficientemente claros. Este vocabulario está sacado del libro "Las raíces del amor", de Svagito R. Liebermeister, el cual os recomiendo encarecidamente si estáis interesados en el tema.

  • Cliente: Es la persona que está constelando algo; examinamos sus relaciones familiares.
  • Terapeuta o facilitador: El conductor de la constelación.
  • Representante: Persona que el cliente coloca en la constelación en representación de uno de sus familiares o de él mismo.
  • Familiar: Nos referimos al representante que "hace de" esa persona. Los familiares auténticos no suelen estar presentes en la sesión.
  • Frase sanadora: Afirmación que el facilitador suele proporcionar a un representante, o al cliente, para que se la exprese a otra persona de la constelación.
  • Destino: Se utiliza para referirse al perfil que haya tomado la vida de alguien, incluyendo los aspectos buenos y los difíciles.
  • Movimiento: Es un movimiento físico realizado por un representante, una emoción o un sentimiento conmovedor.
  • Enredo: Implicación emocional de una persona en la vida de otro miembro de su familia o grupo social.
  • Grande o pequeño: No se trata de un tamaño físico, sino de una actitud psicológica.

miércoles, 5 de agosto de 2009

JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DE LA PSICOMAGIA (y VI)

CUENTOTERAPIA

Según dice Clarissa Pinkola Estés, en su libro "Mujeres que corren con los lobos", los libros son una medicina. Tienen un poder extraordinario; no exigen que hagamos, seamos o pongamos en práctica algo: basta con que escuchemos. Los cuentos contienen los remedios para reparar o recuperar cualquier pulsión perdida. Los cuentos engendran emociones, tristeza, preguntas, anhelos y comprensiones que hacen aflorar espontáneamente a la superficie el arquetipo. Los cuentos están repletos de instrucciones que nos guían en medio de las complejidades de la vida, nos permiten comprender la necesiidad de recobrar un arquetipo sumergido y los medios para hacerlo.

Para Bruno Bettelheim, en "Psicoanálisis de los cuentos de hadas", los cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve y conciso, un problema existencial. Esto permite atacar los problemas en su forma esencial, cuando una trama compleja le haga confundir las cosas. El cuento de hadas simplifica cualquier situación. Los personajes están muy bien definidos y los detalles, excepto los más importantes, quedan suprimidos. Todas las figuras son típicas en vez de ser únicas. Las historias modernas que se escriben para los niños evitan, generalmente, estos problemas existenciales, aunque sean cruciales para todos nosotros. El niño necesita más que nadie que se le den sugerencias, en forma simbólica, de cómo debe tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. Las historias "seguras" no mencionan ni la muerte ni el envejecimiento, límites de nuestra existencia, ni el deseo de la vida eterna. Mientras que, por el contrario, los cuentos de hadas enfrentan debidamente al niño con los conflictos humanos básicos.

Para estos dos autores, los cuentos que realmente son útiles son los cuentos antiguos. Pero es necesario recuperar la versión original, ya que, se sospecha que fueron modificados para no herir susceptibilidades a lo largo de los siglos. Sobre todo se eliminaron símbolos paganos por otros religiosos. Dice la doctora Estés: de esta manera se perdieron muchos relatos didácticos sobre el sexo, el amor, el dinero, el matrimonio, el nacimiento, la muerte y la transformación. Casi todas la viejas colecciones de cuentos de hadas y mitos que hoy en día se conservan se han expurgado de todo lo escatológico, lo sexual, lo perverso, lo precristiano, lo femenino, las diosas, los ritos de iniciación, los remedios para los distintos trastornos psicológicos y las instrucciones para los arrobamientos espirituales. Esta autora hace un esfuerzo, acercándose a otras culturas, para encontrar la esencia de esos cuentos, y mostrarlos cómo verdaderamente se concibieron.

Dentro de los cuentos como terapia, hay que hacer especial mención al "Viaje del héroe", relatado en cientos de mitos, leyendas y cuentos. Según Hajo Banzhaf en "El Tarot y el viaje del héroe", este viaje es una situación arquetípica, un conjunto de acciones entretejidas a partir de imágenes primigenias. Por ello, y a pesar de sus muchas variaciones, tanto el viaje como las imágenes nos resultan tan extrañamente familiares. Nos hablan siempre de una búsqueda, de la aventura de ir en pos de un tesoro escondido, muy difícil de encontrar, y de sus diversos componentes. No importa cuántas veces esa historia haya sido contada, ni las muchas colecciones de cuentos de hadas y mitos con los que se la pueda relacionar, sólo nos ha sido entregada una vez completa y en imágenes, y es a través de los Arcanos mayores. No nos estamos refiriendo solamente a la ilustración de los hechos arquetípicos, sino a las conexiones individuales entre las distintas etapas, que se desprenden de la estructura de las cartas. Su significado, en relación con nuestro viaje, nos resulta entonces comprensible al más profundo nivel.