La primera vez que oí hablar de Psicomagia, llamó mi atención de manera notable. Se puede decir que la casualidad, un milagro (como lo denominaría Jodorowsky), o una sincronía (como afirmaría Jung) me llevó a encontrarme con esta forma de entender la vida. Nadie supo definírmela, ni darme una explicación coherente pero, un mes después, me encontraba frente a Lorenzo Hernández Pallarés, mi maestro. Lorenzo es psicólogo y psicopedagogo, y tiene, tras de sí, un abultado y sorprendente currículum, tanto en lo que se refiere a titulación académica, como a la cantidad de maestros de los que ha sido discípulo. Baste mencionar a Alejandro Jodorowsky (foto de la izquierda) y a Claudio Naranjo.
Lorenzo nos decía que a él le gustaba poner a la psicología una bata y unas zapatillas de cuadros, para hacerla accesible a la gente de a pie. Yo diría más, la dotaba de un aura mágica y evocadora que nos llegó a todos al corazón. A mí me enganchó de una manera irremediable. Pretendo estudiar la licenciatura y, desde entonces, aparte de reconciliarme con la vida, y de abrirme los ojos a un mundo nuevo, estudio el Tarot, los árboles genealógicos y los cuentos, como terapias alternativas. Estoy aún muy lejos de convertirme en maestra, pero tengo la intención de seguir andando este camino, que no sé todavía hacia dónde me llevará.
Como mi maestro es psicólogo, yo creí que Jodorowsky también lo era, y que sus "teorías" estaban basadas en escuelas psicológicas y/o filosóficas, pero el camino que él recorrió para llegar a sus conclusiones no fue precisamente el de sentarse delante de un libro, estudiar, y después llegar a un resultado partiendo de unas premisas. Él creó la Psicomagia, a base de vivir, de experimentar, y de utilizarse a sí mismo como conejillo de Indias. Pero lo que yo aprendí, a través de Lorenzo, fue a basar todos sus conceptos y enseñanzas en una base sólida, constituida, principalmente, por las teorías de C. G. Jung (en la foto).
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Lorenzo nos decía que a él le gustaba poner a la psicología una bata y unas zapatillas de cuadros, para hacerla accesible a la gente de a pie. Yo diría más, la dotaba de un aura mágica y evocadora que nos llegó a todos al corazón. A mí me enganchó de una manera irremediable. Pretendo estudiar la licenciatura y, desde entonces, aparte de reconciliarme con la vida, y de abrirme los ojos a un mundo nuevo, estudio el Tarot, los árboles genealógicos y los cuentos, como terapias alternativas. Estoy aún muy lejos de convertirme en maestra, pero tengo la intención de seguir andando este camino, que no sé todavía hacia dónde me llevará.
Como mi maestro es psicólogo, yo creí que Jodorowsky también lo era, y que sus "teorías" estaban basadas en escuelas psicológicas y/o filosóficas, pero el camino que él recorrió para llegar a sus conclusiones no fue precisamente el de sentarse delante de un libro, estudiar, y después llegar a un resultado partiendo de unas premisas. Él creó la Psicomagia, a base de vivir, de experimentar, y de utilizarse a sí mismo como conejillo de Indias. Pero lo que yo aprendí, a través de Lorenzo, fue a basar todos sus conceptos y enseñanzas en una base sólida, constituida, principalmente, por las teorías de C. G. Jung (en la foto).
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