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miércoles, 17 de junio de 2009

¿Nos olvidamos del mundo?

He encontrado un poema o algo parecido que me ha llamado la atención y os lo copio (editando las comas y los puntos y poniendo acentos)
Aunque subyace una historia de amor adolescente, veo una sensación que he conocido muchas veces de estar alejada, olvidada del mundo e incluso rechazada, y al igual que la chica que lo ha escrito, me he dado cuenta después de que era yo quien me encerraba y olvidaba al resto.

Quiero dar las gracias a esos amigos que como en el poema, me llamaron recondándome que existen y están ahí para mí- os quiero aunque no lo leáis aquí-. También quiero dar las gracias a los rayos de sol que acarician la cara y me gritan ¡Existimos!, incluso (no os riáis) a la canción típica de "Coca-Cola, sensación de vivir" y los anuncios de Aquarius "porque el ser humano es extraordinario"



Algunos días siento que el mundo me ha olvidado,

Es cuando yo he olvidado el mundo.

Hoy por ejemplo, un dolor sentimental,

Un deseo no correspondido y

Me encierro en mí misma, olvido el mundo

Y le echo la culpa al mundo que me olvida.

Me encierro en el silencio de la casa

Sueño con un amor

Dejo que la lágrima salga

Lloro con la desesperación de estar olvidada

Pero soy yo quien olvida el mundo.

Un rayo de sol que se atreve a entrar en el salón

Una amiga que me llama: ¿dónde estoy?

En mí, encerrada, olvidando el mundo

El mundo no me olvida,

Soy parte suya, maravilloso mundo.

La lágrima se fue, y queda la risa

El chico no viene, llega mi amiga

Mi trabajo, mis bromas, mis rutinas,

El mundo me agradece que me acuerde de él

El mundo no nos olvida, somos el mundo.

5 comentarios:

Antonio Yeste dijo...

Muy bien, Beatriz. Veo que no has necesitado mis instrucciones. Enhorabuena y a publicar más.

DuDuBa dijo...

Ahora me sorprendes tu!que facil es caer en la trampa de nuestras propias ilusiones, exando la culpa a los demas cuando quiza es nuestra. un besazo

Beatriz dijo...

hola

Beatriz dijo...

Si algo es traicionero son nuestras ilusiones, al menos las mías. Pero yo interpreté el poema desde otra perspectiva; desde el punto de vista de alguien que se obsesiona con facilidad con alguna cosa olvidando el resto de la realidad, que además es infinitamente mayor. Por ejemplo, he estado meses obsesionada con el trabajo, y no quiero ni recordar penas de amores que sí que son absorventes, y lo único que realmente me saca de esos estados es aprender cosas nuevas de cualquier clase, y aprender es mi "rayo de sol en el salón" del poema.

irene dijo...

gracias por estos regalicos!

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